La Simiente de la Mujer
Creo que hay tres motivos.
1. Porque la batalla no terminaría en esa generación. Dios está proveyendo para que habrá un pueblo que se acata a él. Esta cimiente significa una continuación del conflicto.
2. Porque Cristo es la simiente de la mujer en un sentido último (veáse Gálatas 4:4, y los relatos de su nacimiento de una virgen en Mateo 1:18-25 y Lucas 1:26-38; 2:1-7). No se le podría llamar cimiente del hombre –es descendiente, sin duda, de Adán, de Abram, de David (Lucas 3:23-38). Pero su concepción y nacimiento se lograron sin la intervención de un hombre: su naturaleza, su sustancia humana, fue tomada de María.
3. Porque Adán se considera la fuente de la condenación (Romanos 5:12-21; 1a de Corintios 15:20-22; 42-49). Esto puede explicar, almenos en parte, la razón de la concepción virginal. Cristo no toma su naturaleza de Adán: Cristo no está en unión con Adán. Cuando Dios da esta promesa en Edén, entonces, es muy apropiado que no se refiera a los descendientes de Adán, sino a la simiente de la mujer.
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