El Lugar De La Oración En La Vida Y Enseñanza de Cristo
En su bautismo, es mientras ora que se abren los cielos, se oye la voz del Padre y el Espíritu Santo desciende sobre él en una forma visible (Lucas 3:21,22). Cuando su fama va aumentando se retira a lugares desiertos y ora (Lucas 5:15,16). Era su costumbre orar; aún se aleja de sus discípulos para ir a orar (Marcos 1:35-37). Antes de escoger a los apóstoles pasa toda la noche en oración (Lucas 6:12,13). El deja a los apóstoles para orar, y ellos pasan una tormenta en el mar de Galilea –es en ese entonces que él viene caminando sobre el agua, y ellos confiesan que él verdaderamente es el Hijo de Dios (Mateo 14:22-33). En otra ocasión oraba aparte, y obtiene la confesión de Pedro que él es el Cristo de Dios (Lucas 9:18-20). Los discípulos lo ven, quizás lo escuchan, orando y le piden que les enseñe a orar: esa es la ocasión en que da la oración que es el ejemplar para todos sus seguidores (Lucas 11:1-4). El está de acuerdo, hasta reprende sus discípulos por interponerse, cuando algunos traen niños pequeños a él, para que ore por ellos (Mateo 19:13-15). Es porque Cristo oró por él, que Pedro regresó después de negar a Cristo (Lucas 22:31,32). Antes de ser arrestado Cristo ora extensamente en Juan 17. En el jardín de Getsemaní batalló en oración, y se sometió al Padre (Lucas 22:41-44; compare Mateo 26:36-44). Pero si él hubiera orado para pedirlo, su Padre le hubiera dado más de doce legiones de ángeles (Mateo 26:53). El Espíritu Santo vino sobre la iglesia en respuesta a las oraciones de Cristo (Juan 14:16,17).
En el jardín de Getsemaní también exhortó dos veces a los discípulos a orar para que no entrar an en tentación (Lucas 22:40,46). Anteriormente les había enseñado parabolicamente que era necesario ser constantes en oración (Lucas 18:1-8). Les había enseñado también que Dios oye la oración (Marcos 11:24; Lucas 11:9-13); nos promete que recibiremos lo que pedimos en su nombre lo recibiremos, pues el Padre mismo nos ama (Juan 16:23-27); que oraran, sin vanas repeticiones e hipocresia y no para ser visto de los hombres (Mateo 6:6-8); que pidieran a Dios enviar trabajadores para la cosecha espiritual (Mateo 9:38); para el alivio de sufrimientos (Marcos 13:18). Cristo dice que hay demonios que no salen sino por la oración (Marcos 9:29). También nos enseña a orar para que podamos estar en pie ante él (Lucas 21:36). Y obviamente nos enseñó a orar dándonos el Padre nuestro (Mateo 6:9-13).
Es decir, por su ejemplo y por su enseñanza Cristo nos dijo que vale la pena orar porque Dios oye la oración, y nos enseñó lo que Pablo diría en una oración breve: Orad sin cesar (1a de Tesalonicenses 5:17). Nos manifestó cómo hacerlo; nos indicó que él es central en nuestras oraciones; y nos dio la confianza de acercarnos a Dios como a un Padre amante.
Creo que desde cierto punto de vista podemos decir que lo que distingue a Pedro de Judas es precisamente la intercesión de Cristo.
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Ruben |
11:13 AM
Este es uno de los mejores blogs cristianos que he leído en español. Felicidades, Rubén.
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Daniel Calle |
9:57 PM
Daniel, gracias por tu comentario. Espero que el sitio sea siendo de bendición.
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Ruben |
10:31 AM
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