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Amós capítulo 6

Amós 6:1-14

En este capítulo Amós anuncia el juicio de Dios sobre todo a los ricos y poderosos, a los que tienen una vida tranquila y sin dificultades que piensan que las cosas siempre serán así. Les manifiesta el juicio de Dios, diciendo “Ay de los reposados en Sion y de los confiados en el monte de Samaria.” Vamos a tomar este versículo como el punto central del capítulo, e intentar explicarlo a la luz de los otros versículos. En este versículo y en todo el capítulo Amós aclara en qué consiste el juicio de Dios, a quienes llegará, y porque serán juzgados.


I. ¿En qué consiste el juicio de Dios? vv.1,7-11,14 Ay de los reposados

El juicio de Dios consiste en:

A. Cautiverio, v.7. Este es un golpe especial cuando desde Abraham hasta los días de Josué habían anhelado tener su propia tierra, según la promesa de Dios.

B. Mortandad, vv.9,10. Esta mortandad será muy grande: si en una casa hay diez, todos morirán. Y el pensamiento del versículo 10 parece ser que el pariente que viene para quemar los cuerpos (otra indicación que hay muchos, porque solían enterrar a los muertos –comparen Salmo 79:1-3) encuentra que de toda la casa sobrevivió uno: y a éste le prohibe mencionar el nombre de Jehová, para que no caiga el juicio sobre él también. Es decir, temen atraer la atención de Jehová hacia ellos. Esto es un contraste bastante grande con la actitud de los Salmos, donde a cada rato piden la atención de Jehová: por ejemplo, en el Salmo 13 David se queja de que Jehová no le presta atención (comparen también Daniel 9:17-19). Pero aquí es todo lo contrario. Las dos actitudes se pueden entender: si pensamos que Jehová actuará a nuestro favor si solamente nos escuchara, pues entonces vamos a querer que se fije en nosotros. Pero si pensamos que al darse cuenta de nosotros nos castigará, pues más vale no hacer nada para atraer su atención. En el contexto de Amós, cuando vienen los tiempos profetizados, será muy claro que Dios está visitando en justicia —mejor, entonces, evitar que se de cuenta de nosotros. (Ahora al pensar así cometen un error, pues no hay cosa que Dios no sabe, entonces intentar escondernos de él no funciona: Salmo 139 y Amós 9:1-4).

C. Destrucción, v.11. Todas sus cosas finas no serán preservadas.

D. Opresión universal, vv.11,14. La casa chica y la casa grande experimentarán quebranto; y esto será por todo el país, desde el extremo norte, hasta el más distante sur.


II. ¿Sobre quienes cae el juicio de Dios? vv.1,3-6,13 Ay de los reposados

Ahora no se anuncia un juicio sobre los reposados, porque estar en reposo y vivir confiadamente es automaticamente malo. Dios promete descanso, Jeremías 46:27; Mateo 11:28,29. De hecho, el efecto de la justicia será paz; y la labor de la justicia, reposo y seguridad para siempre (Isaías 32:17; comparen también Ezequiel 28:26). Pero la identificación de los condenados no termina con decirles reposados y confiados.

A. Son líderes –jueces, magistrados, los poderosos de la tierra, v.1,3

B. Son ricos, vv.4-6

C. Son orgullosos, v.13

Podríamos dilatar algo más sobre su identidad, pero ya empezamos a acercarnos a la razón por su destrucción. Entonces recalquemos solamente que una elevada posición en la sociedad, mucho dinero, o tranquilidad presente no son guarantías de que Dios no está aírado contra nosotros; y no forman una defensa contra su ira. Yo puedo ser rico, contento, respetado y estar bajo la ira de Dios; y cuando llega el día de la manifestación de su ira, nada de eso me servirá para nada.

III. ¿Por qué viene el juicio de Dios? vv.1-8,12,13

A. No viene solamente porque son reposados

1. Porque ser reposado, confiado, rico no tiene que ser malo.

a. Tener reposo no es malo, pues Dios dice a su pueblo como llegar al reposo, Isaías 26:3; Filipenses 4:6,7

b. Tener confianza no es malo, pues Dios nos exhorta a confiar, Josué 1:9; Hebreos 10:35; Salmo 4:5

c. Ser rico y ser piadoso no son cosas necesariamente opuestas, aunque por cierto que el dinero es una tentación. Consideremos el ejemplo de Abraham (Génesis 13:2) y Job (Job 1:3); pero en equilibrio con Proverbios 30:7-9, 1a de Timoteo 6:9,10.

2. Porque Amós pone estas cosas en combinación con otras, señalando que tenían (y que se requieren) fallas para ser condenados –es decir, tenemos que poner todo lo que dice junto. Y siendo que nos dice más cosas de ellos, que nos manifiesta su maldad y aún cómo su dinero servía a la maldad, sabemos que no fue sencillamente por tener dinero que Dios los iba a destruir.

B. Viene porque son malos

1. Son opresores, vv.3,12. Su riqueza y confianza están almenos parcialmente basadas en opresión. Santiago 5:1-6.

2. Son indiferentes, v.6; Como sus padres, no les molestaba la afflicción de José, sino que siguen viviendo cómodos, Génesis 37:24,25.

Este es un tiempo de gran prosperidad, entonces no vamos a suponer que la mayoría de la población están muriendo de hambre. La afflicción de José podría referirse a tres cosas, o quizás a todas.

a. Podríamos pensar en la bancarrota moral del pueblo. Como hemos visto extensamente en los estudios anteriores, el pueblo se había corrompido grandemente. ¿Cómo van a estar reposados y confiados cuando venden al justo por dinero (1:6)? ¿Cuando el pueblo no sabe hacer lo recto (3:10)? ¿Cuando la religión misma se ha pervertida (4:4)? ¿Cuando el que reprenda la maldad es aborrecido (5:10)? Y nosotros: ¿como viviremos reposados, cómodos en la sociedad cuando hay uniones legalizadas entre homosexuales y el aborto deliberado de los bebés es legal?

b. O podríamos pensar en el hecho de que su riqueza y lujuria se basaba, almenos en parte, en la opresión de los pobres (2:6-8). Pero no se compadecen de ellos: sin lástima, sin recriminación interna oprimen a los pobres para obtener lo que quieren. El juicio de Dios cae sobre estas personas, como lo son en nuestros días los que participan en todo lo de la esclavitud (Exodo 21:16; Deuteronomio 24:7). En nuestros días hay muchos que están en esclavitud en varias formas, hombres y mujeres, adultos y niños, y es una abominación. Necesitamos tomar en serio las palabras de Proverbios 31:8,9.

c. O con Calvino podríamos pensar que su indiferencia es hacia Dios. Vivían confiadamente aunque Israel estaba bajo el peligro de la ira de Dios. Dios había manifestado su enojo contra sus prácticas. ¿Como podían estar confiados? Solamente alejando el día malo: pensando que no vendría, o que al venir no les tocaría a ellos, o que no vendría por mucho tiempo. Esto obviamente us incredulidad, ateismo práctico. No lamentan aunque hay un quebrantamiento venidero que casi destruirá a los descendientes de José: su indiferencia ya es muy grave. Es rebeldía en contra de Dios, Isaías 22:12,13.

3. Son auto-indulgentes, vv.4-7. No actúan con templanza. La templanza es fruto del espíritu (Gálatas 5:23, comparen 2a de Timoteo 1:7). Quien no se controla, quien no tiene dominio propio –ya sea en cuanto al vino, la comida, el entretenimiento, sus emociones, o lo que sea– está en peligro (1a de Corintios 9:25-27; Proverbios 23:19-21; Proverbios 25:28; 1a de Timoteo 5:6).

4. Son un mal ejemplo, vv.1,3. Los jueces deberían glorificar a Dios (Salmo 148:11); deberían ser hombres que conocen la ley de Dios (Esdras 7:25) porque representan a Dios (2a de Crónicas 19:4-7). Dan un mal ejemplo al pueblo, pero también por su conducta defaman el nombre de Dios.

5. Son soberbios, v.13. Se regocijaban en las apariencias, en su poder político, y atribuían sus victorias a sí mismos –contra la declaración bíblica que Dios les levantó un salvador (2a de Reyes 13:5). Al regocijarnos en los dones de Dios sin reconocer que son de él, regocijamos en nada; al atribuir a nosotros mismos lo que corresponde a Dios cometemos necedad, Jeremías 9:23,24; 1a de Corintios 1:18-31.


El hecho de que son malos es lo que convierte a su reposo y su confianza en algo necio, ilusorio, y hasta pecaminoso.

1. Su confianza es ilusoria.

A. El profeta manifiesta que su confianza es ilusoria en Amos 6:2 –naciones que en alguna cosa habían excedido a Israel de todos modos fueron destruidos: el hecho de que están reposado y confiado no es guarantía de que todo seguirá así.

B. Además, (Amós 6:3) aunque alejaban el día del juicio en sus pensamientos, mientras sus prácticas lo garantizaban. Según Calvino y Hutchenson el v.12 declara que Dios necesariamente hará juicio. Por su persistencia en pecar, más paciencia es tan inutil como arar en las peñas (algunos: en el mar); el juicio tiene que venir.

C. Confiaban en el monte de Samaria (v.1) y su propia fuerza (v.13); pero estas cosas no son obstáculo para Dios.

D. Es más, si pensaban que Dios no podía, están mal: en el versículo 14 se anuncia como Jehová Dios de los ejércitos: él manda, él reina, él tiene todo poder. Y si piensan que Dios no quiere, también se equivocan. Dios los aborrece y jura por sí mismo, por su propia vida, que los castigará (v.8).

2. Su confianza es pecaminosa.

Son obstinados y engañados en su reposo: y siendo que su confianza se mantiene en vanidad y mentiras es también pecaminosa, sobre todo cuando Dios ya les ha anunciado que las cosas no son así.


Esto nos trae a la actitud que habrá cuando viene el juicio, que no querran atraer la atención de Dios. Notamos que esto es un contraste con la actitud normal de los santos. La diferencia en estas actitudes es como pensamos en Dios, como concebimos nuestra relación con él. Ahora esa concepción puede ser errónea. Aveces tenemos mucho miedo que no deberíamos de temer: estamos bien con Dios, pero nos es difícil creerlo. Y también funciona como aquí en Amós: habían quienes deseaban el día de Jehová, no entendiendo que ellos serían destruidos (Amós 5:18-20: compare Mateo 7:22,23). Es posible querer que Jehová nos atienda porque no entendemos que su juicio nos alcanzará y nos destruirá. Esta es la actitud de la persona que se engaña: que piensa tener una buena relación con Dios cuando no es cierto.


Ay, entonces, de los carnalmente reposados e ilusoriamente confiados, que no manifiestan el amor de Dios ni el fruto del Espíritu.


Tenemos causa de miedo: hemos ofendido a Dios. Atrayendo su atención sería para destruirnos. Pero paradojicamente, hay una manera de atraer su atención que no resulta en condenación: por medio de Jesucristo. Por medio de él tenemos paz para con Dios (Romanos 5:1). La diferencia entre recibir misericordia o juicio de Dios es si creemos o no en el Hijo (Juan 3:36). Cualquiera otra confianza es ilusoria y pecaminosa.

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  • Ruben
  • D.F., Mexico
  • Soy un cristiano, dedicado a la teología reformada, como la mejor expresión de la enseñanza de la Bíblia, y por lo tanto el sistema teológico que más glorifica a Dios. No soy yo quien aparece en la foto en mi perfil. Pero me gusta como se ve de todos modos.
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