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¿Por qué dos Adanes?

La Bíblia (de hecho, las cartas de Pablo) dos veces trazan una conexión entre Adán y Cristo. En Romanos 5:12-19 dice así:
Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. Pues antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado. No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir. Pero el don no fue como la transgresión; porque si por la transgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo. Y con el don no sucede como en el caso de aquel uno que pecó; porque ciertamente el juicio vino a causa de un solo pecado para condenación, pero el don vino a causa de muchas transgresiones para justificación. Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia. Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida. Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos.

Aquí se establece que hay una conexión entre Adán y Cristo. Adán es figura del que había de venir. Luego se hace un contraste entre ellos. Adán es transgresor y desobediente: Cristo es justo y obediente. De Adán viene condenación, y la muerte: de hecho, se puede decir que la muerte reinó por su transgresión. Pero en constraste a eso, por Cristo hay justificación, y los que reciben la abundancia de la gracia reinarán en vida. Es decir, lo que Adán hizo, Cristo lo deshizo.
Pablo nuevamente trata a Adán y Cristo en 1a de Corintios 15:20-23, 39-49
Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida. (....) No toda carne es la misma carne, sino que una carne es la de los hombres, otra carne la de las bestias, otra la de los peces, y otra la de las aves. Y hay cuerpos celestiales, y cuerpos terrenales; pero una es la gloria de los celestiales, y otra la de los terrenales. Una es la gloria del sol, otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas, pues una estrella es diferente de otra en gloria. Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, resucitará en incorrupción. Se siembra en deshonra, resucitará en gloria; se siembra en debilidad, resucitará en poder. Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual. Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante. Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual. El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo. Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales también los celestiales. Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial.
Aquí es obvia que nuevamente está pensando en los mismos términos que Romanos 5. La muerte entró por un hombre, Adán. Pero la resurrección de entre los muertos viene por un hombre, Cristo. Los contrasta otra vez cuando dice que el primer Adán es alma viviente (refiriéndose a Génesis 2:7) pero el postrer Adán espíritu vivificante. Y aquí agrega al pensamiento de Romanos 5. Hemos llevado el imagen del terrenal (compare el dicho de Génesis 5:3 que Adán engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen); pero llevaremos el imagen del celestial.
¿Pero por qué se hace esta conexión entre Jesús y Adán? Aunque se hacen comparaciones entre Cristo y Moisés, por ejemplo (Hebreos 3:1-6), no son de la misma manera. No se aplica el nombre de Moisés a Cristo. No se le llama el postrer Moisés. ¿Cual es la causa de esta diferencia? En otras palabras, ¿que distingue la conexión o similaridad entre Adán y Cristo de la conexión o similaridad que Cristo puede tener con cualquier otro carácter de la historia bíblica?
Esta pregunta ha sido contestada por la teología reformada. Esta conexión es una parte importantísima de lo que se llama la teología del pacto. Se dice que Adán y Cristo eran personas públicas, es decir, personas que actúan como representantes federales (o sea, representantes bajo los términos de un pacto). Adán es nuestra cabeza física y federal: todos descendemos de él y él actuó por todos nosotros. Es por eso que por la transgresión de aquel uno murieron los muchos y la condenación vino a los muchos. Pero Cristo también es cabeza de una humanidad, y él es su cabeza espiritual y federal. El actuó por nosotros en su obediencia al Padre y muerte expiatoria en la cruz. Es por eso que por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida. Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos.
Hay un contraste enorme en lo que recibimos de Adán y lo que recibimos de Cristo: Pablo enfatiza eso sobre todo en Romanos 5. Pero no es todo contraste: porque algo los une, algo hace que Adán puede ser figura de Cristo, por algo se comparan y se le denomina a Cristo el postrer Adán. Si esa similaridad no es encuentra en lo que hacen (pues de un lado hay transgresión y desobediencia y del otro justicia y obediencia) ni en sus personas (uno es alma viviente, otro espíritu vivificante, uno es terrenal el otro es el Señor que es del cielo) la similaridad tiene que ser otra. En los dos casos recibimos algo de ellos: en los dos casos sus hechos son contados como los nuestros. La similaridad entre Adán y Cristo es que cada uno es una cabeza de la humanidad –Adán es la cabeza de la humanidad condenada, y Cristo es la cabeza de la humanidad redimida.

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  • Ruben
  • D.F., Mexico
  • Soy un cristiano, dedicado a la teología reformada, como la mejor expresión de la enseñanza de la Bíblia, y por lo tanto el sistema teológico que más glorifica a Dios. No soy yo quien aparece en la foto en mi perfil. Pero me gusta como se ve de todos modos.
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