Despreciar La Ley Es Una Ofensa Grave
Pero Amós no se contenta con exponer los pecados de los otros pueblos. También anuncia el juicio de Dios contra su propio pueblo, contra Judá. Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Judá, y por el cuarto, no revocaré su castigo; porque menospreciaron la ley de Jehová, y no guardaron sus ordenanzas, y les hicieron errar sus mentiras, en pos de las cuales anduvieron sus padres. Prenderé, por tanto, fuego en Judá, el cual consumirá los palacios de Jerusalén (Amos 2:4,5). El pecado de Judá no era el mismo que de los hijos de Amón. Estos en crueldad y avaricia mataron víctimas inocentes: los judíos menospreciaron, desobedecieron, los reglamentos que Dios les había dado. Pero el castigo que se anuncia es igual. De los hijos de Amón: Encenderé fuego en el muro de Rabá, y consumirá sus palacios con estruendo en el día de la batalla, con tempestad en día tempestuoso; y su rey irá en cautiverio, él y todos sus príncipes, dice Jehová (Amos 1:14,15). De Judá: Prenderé, por tanto, fuego en Judá el cual consumirá los palacios de Jerusalén (Amos 2:5). Tienen en común castigo con fuego. Además podemos agregar, por ejemplo de Jeremías 13:19, que Judá sería llevada cautiva.
Es decir, el castigo por abrir mujeres encinta y el castigo por menospreciar la ley de Dios, son el mismo. No pensemos que ignorar los mandamientos de Dios es algo leve, algo que no importa. Dios determina lo que está bien y lo que está mal. A final de cuentas, tanto despreciar su palabra como matar a mujeres embarazadas va en contra de su santa voluntad.
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