« Home | Hebreos 2, Cuarta Pregunta » | Hebreos 2, Tercera Pregunta » | Hebreos 2, Segunda Pregunta » | Hebreos 2, Primera Pregunta » | Hebreos 2, Introducción » | Hebreos 1, Decimatercera pregunta » | Hebreos 1, Decimasegunda Pregunta » | Hebreos 1, Undécima pregunta » | Hebreos 1, Décima Pregunta » | Hebreos 1, Novena Pregunta »

Hebreos 2, Quinta Pregunta

Según el v.4, ¿para qué servían los señales, prodigios, milagros repartimientos del Espíritu Santo?


Veamos lo que dice el v.4: testificando Dios juntamente con ellos, tanto por señales como por prodigios, y por diversos milagros y por dones del Espíritu Santo según su propia voluntad.


Dios testificó juntamente con los que oyeron, quienes confirmaron en su capacidad como testigos, lo que Cristo había anunciado (y hecho). Entonces, al testimonio confirmatorio de los apóstoles, Dios agregó su propio testimonio confirmatorio en la forma de señales, prodigios, diversos milagros y dones del Espíritu Santo, según su propia voluntad. Entonces la respuesta a la pregunta es brevemente que estas cosas sirvieron para demostrar la aprobación de Dios sobre el testimonio apostólico.


En cuanto a esto sería posible pasar mucho tiempo aquí y entrar en controversias de gran importancia, Hay términos para definir, citas para buscar, todo un sistema de doctrinas para desarrollar. Entonces espero que su estudio no terminará con los breves pensamientos que presento en este formato. Pero tampoco deberíamos de enfocarnos en este tipo de estudio para ignorar o menospreciar los grandes temas de Hebreos y de la Biblia, acerca de Cristo y de la vida Cristiana. Entonces haremos solamente unas notas breves.


Hay un elemento que une los elementos distintos de esta lista, que podríamos llamar simplemente lo sobrenatural. Estas manifestaciones sobrenaturales, que caen en las categorías (aunque es posible que se refieren a las mismas obras maravillosas, pero de diferentes puntos de vista) de señales (porque estimulan las mentes de los hombres a pensar en algo más elevado de lo que aparece –Calvino), prodigios (porque manifiestan algo inusual –Calvino), milagros (porque en ellos Dios manifiesta singular y extraordinariamente su poder –Calvino) y dones del Espíritu Santo (compare 1a de Corintios 12:4-11) tienen otra cosa en común: fueron conforme a la soberana voluntad de Dios el Espíritu. No llegaron por voluntad humana: lo sobrenatural nunca está al mando de los hombres. Si Dios decide hacerlo, ¡quién se atreve, desaprueba! Si Dios no decide hacerlo, en vano intentaremos imitar o producir estas cosas. (Aquí hay que preguntar: ¿cuándo aprenderemos que Dios no se puede manipular? Lo sobrenatural está plenamente bajo el control de Dios, y no nos ha dado un medio para controlarlo. Podemos orar: pero orar es pedir a una persona inteligente quien es plenamente capaz de decir “no”. Es un fenómeno poco agradable ver a personas que piensan que pueden mandar a Dios, o que en sus propias personas pueden dirigirse hacia lo sobrenatural y ejercer control sobre ello: si los que lo hacen son inconversos pensamos en la magia: ¿qué diremos cuando esa actitud maligna aparece en la iglesia misma?)


Entonces, Dios permitió manifestaciones sobrenaturales para confirmar la palabra apostólica. Y esa palabra queda confirmada. No es necesario que estas cosas se repitan, pues cuando algo se confirma una vez, no es necesario repetirlo. Entonces, Dios confirmó el testimonio apostólico con milagros, y ya está confirmado. No necesitamos una repetición de los milagros, porque el testimonio y los milagros confirmatorios están grabados en la Escritura. (Si la confirmación de algo se tuviera que repetir siempre sería necesario en cada generación que Dios llevara a almenos algunas personas para presenciar la resurrección de Cristo y ser testigos de que sí sucedió). Cristo predicó: Cristo resucitó: los apóstoles dieron testimonio fidedigno de esto: y Dios aprobó ese testimonio apóstolico. Y la predicación de Cristo, su resurrección, el testimonio apostólico, y los milagros confirmatorios, todo está grabado en la Biblia: entonces en la palabra de Dios encontramos la base fija de nuestra fe, y no es necesario que cada generación presencie la vida terrestre de Cristo, la predicación apostólica, o los señales y prodigios que atendieron su palabra.


Esto debe enseñarnos a no buscar a las experiencias sobrenaturales, sino la pura enseñanza de la palabra del Señor. Quizás se acordarán que los Corintios excedían en los dones espirituales (y eso no es algo malo; Pablo los aprueba por eso). Pero toda la experiencia, todo el poder, todos los dones, son menos que nada sin el amor (1a de Corintios 13). Sin meternos en areas que Dios obviamente ha reservado para su soberanía absoluta, avanzemos en conocer a Dios, intentemos amarlo a él supremamente y a nuestro vecino como a nosotros mismos. Tenemos un testimonio completo y adecuado y completamente seguro: y ese testimonio nos enseña que conocer a Dios y a Jesucristo es vida eterna (Juan 17:3), y que conocer a Dios y amarlo son la misma cosa (1a de Juan 4:8) y que el que ama a Dios necesariamente amará a su hermano (1a de Juan 4:20,21). Antes que nada, pues, y en todo lo que hacemos, busquemos conocer a Dios.

Labels:

About me

  • Ruben
  • D.F., Mexico
  • Soy un cristiano, dedicado a la teología reformada, como la mejor expresión de la enseñanza de la Bíblia, y por lo tanto el sistema teológico que más glorifica a Dios. No soy yo quien aparece en la foto en mi perfil. Pero me gusta como se ve de todos modos.
My profile
Powered by Blogger
& Blogger Templates
Hosted by WebsiteMaven