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¿Qué Me Debe Dios?

Una de las cosas que significa la diferencia entre Dios y el hombre es el hecho que Dios nunca debe nada al ser humano. Nosotros no tenemos la estatura ontológica, la dignidad para poner a Dios bajo cualquier obligación. Esto se puede comprobar por la independencia de Dios; nunca recibe de nosotros algo que él no nos haya dado primero. Romanos 11, nuevamente, del versículo 33: ¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero? ¿O quién le dio a él primero, para que le fuese recompensado? Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén. Esto se hace aún más claro en Job 41:11, aparantement un texto que influyó a Pablo en escribir Romanos 11. Dice: ¿Quién me ha dado a mí primero, para que yo restituya? Todo lo que hay debajo del cielo es mío. Si todo es de Dios nunca le otorgamos nada que no era ya de él. No aumentamos su gloria; no incrementamos sus riquezas; no le hacemos daño y no le hacemos favores. La obediencia no es algo que impone una obligación a Dios; la obediencia entera, perfecta y perpetua es simplemente nuestro deber; y cumplir nuestro deber no obliga a Dios. Esto nos lo enseña el Señor Jesucristo cuando dice, en Lucas 17:7-10: ¿Quién de vosotros, teniendo un siervo que ara o apacienta ganado, al volver él del campo, luego le dice: Pasa, siéntate a la mesa? ¿No le dice más bien: Prepárame la cena, cíñete, y sírveme hasta que haya comido y bebido; y después de esto, come y bebe tú? ¿Acaso da gracias al siervo porque hizo lo que se le había mandado?
Pienso que no. Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos.

Dios nunca nos debe algo; nunca le podemos poner bajo una obligación. Pero aunque es imposible que nosotros obliguemos a Dios, él, en su condescencia voluntaria, ha querido ponerse a sí mismo bajo obligación, entrando en pactos con el hombre. No es de naturaleza, o por lo que nosotros hemos hecho; es de su pura voluntad, alentándonos de esta forma, haciendo juramento.
¿Qué me debe Dios? Absolutamente nada. ¿Qué me ha prometido Dios? Las palabras no alcanzan para describirlo; vida, felicidad, comunión....

About me

  • Ruben
  • D.F., Mexico
  • Soy un cristiano, dedicado a la teología reformada, como la mejor expresión de la enseñanza de la Bíblia, y por lo tanto el sistema teológico que más glorifica a Dios. No soy yo quien aparece en la foto en mi perfil. Pero me gusta como se ve de todos modos.
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