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Hebreos 2, Undécima Pregunta

El v.10 llama a Dios “aquel por cuya causa quien son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten” ¿Qué aprendemos de estos títulos para Dios?

El v.10 hace mucho más que simplemente dar estos títulos a Dios. Las dos preguntas que siguen desarrollan una parte de esto, entonces por el momento vamos a limitarnos a lo que esta pregunta requiere, y un punto adicional. En primer lugar, entonces, respondamos a la pregunta.


Por esta frase somos recordados que Dios es el Creador y Sustentor del universo. El universo existe porque Dios quizo; sigue en pie porque Dios quiere (Apocalipsis 4:11). Pero esto también sugiere otra verdad que se enseña en otras partes de la Escritura. Es decir, como el universo existe solamente por la voluntad de Dios, también existe para Dios. Lo podemos aplicar de esta forma. Yo existo por la voluntad de Dios. Entonces si no hago la voluntad de Dios en este vida, no he cumplido mi propósito. Mi vida ha sido un desperdicio, algo inútil. Si yo no vivo para Dios, mi vida es (desde mi perspectiva) sin sentido. Osea que puedes buscar y obtener lo que quieras: puedes ser millionario, con una familia bonita, viviendo con paz y tranquilidad, pero con bastante adrenalina cuando lo quieres. Puedes ser famoso y ser reconocido como alguien que ha contribuído al desarrollo de la raza humana: si no vives para Dios, nada de esto te sirve, nada de esto justifica tu existencia.


Ahora esta enseñanza, que como todo existe por Dios es necesario que todo existe también para Dios, lo encontramos confirmado por un texto del antiguo testamento: Todas las cosas ha hecho Jehová para sí mismo, y aun al impío para el día malo (Proverbios 16:4). Todo existe para Dios: aún el mismo impío tiene su propósito dentro del plan de Dios. Ahora quizás me dirán que esto contradice lo que acabo de decir arriba. Pero el malo no dice que va a cumplir el plan de Dios: de hecho, lo que él quiere es oponerse a Dios. Entonces cuando Dios en su soberanía lo ocupa para un bien que él no pensaba, queda frustrado –como dice el Salmo 112:10: El deseo de los impíos perecerá. Cumple el propósito de Dios, sí, porque no hay de otra, Dios es soberano. Pero no está de acuerdo con ese propósito. Mientras no vivo para Dios, no estoy de acuerdo con el propósito satisfacente que él puso en mi naturaleza, y no la cumplo: aunque por mis hechos es avanzado el plan de Dios, ese plan avanza en desprecio mío.


Entonces todo existe para Dios, y todo lo servirá: pero mientras no queremos servirle, pues vivimos con la frustración de no reconocer y aceptar la meta que Dios puso en nosotros en la creación. Ahora avanzemos a un comentario más allá de lo que investiga la pregunta.


¿Cómo es que convenía a Dios perfeccionar a Cristo por medio de afflicciones? La palabra convenía significa que es apropiado, correcto, que así sea. ¿Cómo es correcto, apropiado, conveniente, que Dios perfeccionase a Cristo por medio de afflicciones? (No afecta mucho a esta pregunta si pensamos, con Calvino, que está diciendo que convenía a Cristo ser perfeccionado de esta manera: si pensamos que “convenía a Dios” perfeccionar a Cristo, o que “convenía a Cristo” ser perfeccionado de esta manera, basicamente la respuesta es igual: de todos modos los sufrimientos para perfeccionar a Cristo eran convenientes, apropiados.

Bueno, podemos sugerir que es apropiado porque los hijos que serán perfeccionados en Cristo pasarán por afflicciones. Como los hijos participan de carne y sangre y todas las debilidades que eso trae, pues era correcto que Cristo también lo pasara. Es decir para que Cristo pudiera compadecerse de nosotros, que sufrimos, que convenía que padeciera muchos sufriemientos. Así ha sido tentado como nosotros, pero sin pecado. La cabeza y los miembros experimentan lo mismo.

O podríamos sugerir que era conveniente porque el pecado demandaba castigo, y siendo que Cristo aceptaría la culpa y el castigo por nuestros pecados, que él experimentara las consecuencias del pecado.

Claro que era correcto, apropiado, en vista de profecías anteriores, como Salmo 22 e Isaías 53.


Probablemente podamos unir estas cosas: para tener las cualidades necesarias para ser el salvador perfecto, Cristo tenía que cumplir la Escritura, compartir la experiencia humana, llevar el castigo del pecado. Osea, convenía en vista de la fidelidad, del amor y de la justicia de Dios. Demuestra la fidelidad de Dios, pues lo que prometió, cumplió. Demuestra su amor, pues Cristo sufre, no por sus fallas, sino por las nuestras. Demuestra la justicia de Dios, pues cuando el mismo Hijo es cargado con la culpa del pecado, el castigo cae sobre él sin diminución alguna. Convenía que al gran autor del universo, para quien son todas las cosas y eventos del mundo, que perfeccionara el autor de nuestra salvación por medio de las afflicciones.

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About me

  • Ruben
  • D.F., Mexico
  • Soy un cristiano, dedicado a la teología reformada, como la mejor expresión de la enseñanza de la Bíblia, y por lo tanto el sistema teológico que más glorifica a Dios. No soy yo quien aparece en la foto en mi perfil. Pero me gusta como se ve de todos modos.
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